
La Astrología, depresión y duelo
Desde los griegos, la depresión se conocía como “melancolía”, un estado de ánimo donde predominaba la tristeza y el abatimiento. La propia palabra tiene su origen en melan, negro oscuro, y kholé, bilis, hiel; pues se creía que la tristeza provenía de un exceso de bilis negra.
Se hizo, desde muy temprano, una asociación entre la melancolía, y la depresión como ahora la conocemos, con consecuencia de los efectos de Saturno sobre el temperamento, y esto tuvo reconocimiento a lo largo de todo el Medioevo. Incluso se consideraba a Saturno como el planeta de la melancolía y “el maléfico mayor”, esta última descripción ha dejado de tener validez, pues la Astrología ha comprendido el valor intrínseco de Saturno como “el gran maestro”.
Mis estudios recientes muestran una estrecha relación entre Saturno y la depresión, en dos sentidos. En el primer sentido, en la Carta Natal puede advertirse cómo Saturno, en aspectos inarmónicos con ciertos planetas, provoca lo que se conoce como “depresión endógena”.
La depresión es una disfunción orgánica que está relacionada con las funciones cerebrales y tiene consecuencias negativas sobre el estado de ánimo, el pensamiento y la valoración personal o autoestima.
Si bien es importante recibir ayuda psiquiátrica, para lo cual contamos con nuestro campo de asesores, un primer acercamiento al problema es parte de la interpretación astrológica, por medio de la cual, el consultante podrá comprobar con un sencillo cuestionamiento, que efectivamente padece depresión.
Se sabe que en la depresión se incrementan los niveles de cortisol, sin embargo, como señaló el Dr. Joe Herbert en su ponencia durante el “Primer Congreso Científico Internacional de Ritmos Biológicos, Memoria y Demencia”, la falta de serotonina no produce depresión, pero el deprimido mejora con serotonina. Se sabe que los antidepresivos tardan en hacer afecto entre 14 a 21 días, pues se cree que es el lapso necesario para que las neuronas establezcan conexiones en el hipocampo.
Cuando se padece de una depresión endógena ocurren eventos depresivos mayores. Esto significa que la persona puede sentirse bien por un tiempo y súbitamente, vuelve a sentirse deprimida y en ese caso, debe recurrir nuevamente al psiquiatra.